Una buena película, siempre debe venir acompañada de una gran banda sonora, es lo mismo con la vida de todos y cada uno de nosotros, la música siempre debe de estar en los momentos buenos, en los momentos malos, en los momentos memorables, en los imborrables, en los que te hubiera encantado omitir o en esos que simplemente son para atesorarse para siempre.
Las canciones, podrán tener letra y música, pero para muchas personas (incluyéndome) tienen quizá un significado mayor por los momentos que representa, por los lugares a los que te transporta, por los pensamientos que logran generar esas notas en tu mente; el poder de la música, es algo, hasta cierto punto devaluado.
¿Porqué devaluado, se preguntarán? Porque cuántas veces, no escuchamos una canción y puede llegar a causar en nosotros toda clase de sentimientos y hasta llegar a descubrir un lado oculto de tu personalidad que quizá, ni tú conocías, porque una sola canción, puede representar acordarte del ser amado, con quien estás pasando tus días, con quien sueñas y ves todo color de rosa, la cantas pensando en esa persona y hasta juras que lo haces mejor que el autor original, pero, ¿qué pasa cuando esa persona se va? esa misma canción te llena de melancolía, te dan ganas de irte a cortar las venas con un aguacate (si, están carísimos y quise poner elementos "cotizados" para darle realce al blog) incluso te dan ganas de llamarle para decirle; ¡Regresa! o de mandarle un "respetuoso" saludo a su progenitora, según haya sido el rompimiento, que le llaman.
Pero no todo es lado romántico/sentimental, hay canciones que al momento de escucharlas pueden hacer que en tu cuerpo empiece a salir la adrenalina, te den ganas de bailar, te transporte quizá a ese fin de semana en donde la escuchaste por primera vez o quizá te dan ganas de echar una cubirri con tus cuates (eso NUNCA me ha pasado jajaja), te llena de actitud, hace que en tu día (a pesar de la escuela, de los maestros melindrosos, del jefe bipolar, de conflictos con la pareja, del gasolinazo) vuelva a salir el sol, al menos durante esos 3, 4 minutos que dura la canción.
También hay canciones que son como himnos personales, las canciones favoritas de cada uno, tenga o no motivos para serlo, son de esas canciones que al momento de escucharlas, vas a poner la infalible cara de muñeca inflable (O:), vas a pelar el ojo, señalarás al oido derecho con el dedo índice de tu mano derecha y dirás: ¿YA OÍSTE? ¡ES MI CANCIÓN! y en ese momento mandarás todo a la fregada y te entregarás a tu público, como si no hubiera mañana, entonando esa canción que por algún motivo personal, hiciste tuya.
Y claro, además de eso, están las canciones con dedicatoria, esas canciones que por algún motivo, juras que el autor se metió en tu cabeza, descubrió qué pensabas y qué sentías por esa chica, escribió esa canción, y ahí es cuando dices: "es que ve, neta, que eso es exactamente lo que siento por: (aquí va el nombre del susodich@) y obviamente se la pones en su facebook, en twitter, se la mandas por mail, le mandas un SMS con algún fragmento, haces hasta lo imposible porque esa persona crea que esa canción fue escrita para ella y si tu tarea fue hecha correctamente, esa persona pensará en ti, como tú en ella, al escuchar esa canción, ¡no puede fallar!
Les aseguro que mientras leían esto, estaban pensando en canciones que amaban y después odiaron por culpa de algún amor fallido, pensaron en la canción que bailaron el fin de semana pasado, la canción con la que te chutaste tu perla negra, el vals de tu boda (si están casados), la canción de tu primera borrachera, la canción con la que te enamoraste en secundaria, tu primera serenata, la canción que algún loco te dedicó por DM, la canción que por azares del destino descubriste en youtube, la canción que alguien subió a su muro de facebook, no sé, lo que si sé, es que todos tenemos el soundtrack de nuestra película, y ese mismo soundtrack va enriqueciéndose día a día... y tú, ¿ya empezaste a grabar el tuyo?
Este blog tiene delirio de canción, porque también va dedicado a esa persona que me inspiró, para volver a escribir, a esa persona que le he dedicado canción por día, para que las haga suyas, un beso...
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